Año 2011, un nuevo año de gobierno autoproclamado (debido a la inescrupulosa modificación de la constitución de nuestra gloriosa patria) ha iniciado, y después de 11 años de gobierno, los pobres siguen siendo pobres y los ricos andan siendo cazados y expropiados para repartir todo el fruto de una vida de trabajo a los que nos gobiernan. 2011 es el año de la gula de poder en la que los oficialistas corruptos terminan de saquear a una nación para sencillamente ahogarse en su inmundicia moral y regocijarse desabrochando el pantalón y sobándose la panza alimentada del sufrimiento de sus “Camaradas”.
Aunque también grandes cantidades de nuevos ricos han surgido, grandes cantidades de personas continúan luchando con los buitres por el pan de cada día y ahora más que nunca, teniendo que lidiar con un 43% de inflación, un alza del IVA, disminución de la inversión para obras sociales, disminución del PIB, aumento del índice de delincuencia y entre tantas otras cosas, el pueblo debe aumentar el rendimiento de un sueldo desfasado e insuficiente para poder sobrevivir.
Antes de la culminación del año 2010 el presidente fue beneficiado con el otorgamiento de amplias facultades para poder tomar acciones concretas para frenar el sufrimiento de los venezolanos afectados por las lluvias, y como primera medida, sube el sueldo nuevamente de los diputados y miembros de la asamblea nacional, mientras que el resto del pueblo tiene que protestar y rogar para que este fascista escuche y entienda que el pueblo está pagando por su mala gestión, y lo único que hace ahora, es señalar y apuntar a cada ciudadano como un golpista, imperialista negándoles los derechos con los que cada quien nace.
Durante la época de lluvias, inicia actividades para alojar a más de 300.000 familias en refugios temporales, medida que a más de 3 meses se cree será permanente. Entonces ¿Dónde están los resultados de todas aquellas promesas de construir viviendas dignas para los venezolanos?, hoy día se sabe que el presidente Chávez ha fallado en lograr los objetivos planteados para el 2010 y ni siquiera se ha acercado a un margen moralmente correcto.
Con un sinfín de promesas y discursos ha comprado a muchos venezolanos, para que vulgarmente antes de las vísperas de navidad les dé una bofetada y les diga que gracias a los grandes esfuerzos de la revolución bolivariana, ahora los alimentos y los medicamentos costaran el doble, y para terminar de llenar la cesta navideña merecida por todos, continua y empeora el desabastecimiento de productos básicos a lo largo y ancho del país.
Durante el discurso de rendición de cuentas o “Memoria y Cuentas” en el mes de enero, el presidente Hugo Chávez Frías ni siquiera mencionó el porqué los venezolanos están sufriendo por un sistema económico colapsado, están siendo asesinados por el aumento alarmante de la inseguridad, no explicó por qué a pesar de que aumentó la cantidad de recursos donados a otras naciones el estilo de vida de los venezolanos sigue en decaimiento, no explico por qué si durante años anteriores hubo grandes inversiones en programas sociales, en el 2010 hubo sencillamente una disminución de las inversiones para este sector, lo que más aún es enormemente deplorable es que ningún diputado o asambleísta oficialista se molesto en preguntar por qué el ciudadano promedio come una sola vez al día.
A ninguno de los miembros oficialistas de la Asamblea le interesa ni le interesará el bienestar social ni el de la plebe, ya que solo basta con que en sus hogares no haga falta la lata de caviar que conocieron viendo películas holliwoodenses en un pasado cercano, para que se olviden de que ellos vinieron también de ahí, de los mismos liceos, de las mismas universidades en las que estudiamos muchos que no tenemos que ver con el gobierno.
Demagogia, ineficiencia, ignorancia, fascismo, autocracia son los nuevos motores de la revolución bolivariana y su nuevo objetivo es el de hundir a una nación en pro de los intereses de sus miembros políticos oficialistas.
Hoy día la Guardia Nacional está vendiendo y repartiendo los productos que están en escases a parte de todo, gran cantidad de los centros expropiados por el gobierno para implantar un pdval o un mercal se encuentran cerrados. ¿Es o no es esto arruinar a un país por los fines ideológicos de una minoría?
Señor presidente, su caída es inevitable y el pueblo bajará la palanca que abre la puerta a su ahorcamiento administrativo.
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